La obesidad infantil ha crecido de manera exponencial en nuestro país en los últimos 20 años, convirtiéndose en un problema muy preocupante de salud, ya que la tasa que sufrimos en España se sitúa en una de las más altas de los países europeos.

Actualmente, el  13.9 por ciento de los niños españoles se encuentran en una situación de obesidad, y el 12.4 en situación de sobrepeso. Debemos recordar que la tendencia es a aumentar esa situación de obesidad o sobrepeso durante la edad adulta, y esto acarrea a los ciudadanos la aparición de otras enfermedades crónicas o no como diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, aumento del riesgo de muerte súbita, además de problemas sociales de sociabilización en integración.

Esto se ha producido en España al experimentar, en los últimos 20 años cambios sociales y culturales que han modificado nuestras costumbres. Hemos pasado de tener una alimentación basada en la dieta mediterránea, que utiliza en su base frutas, verduras y legumbres de origen local, a una alimentación en la que los alimentos ultra procesados y los azucares añadidos  han tomado más peso. ¿Por qué ha ocurrido esto?

– Se ha asociado la comida a la gratificación emocional: celebraciones, objetivos conseguidos etc.

– Disminución del tiempo para el cocinado.

– Aumento de las campañas publicitarias de alimentos procesados.

Otro de los factores que han influido en el cambio social y cultural experimentado en España en los últimos años es aumento del sedentarismo en los niños debido a varias causas:

– El desarrollo tecnológico ha favorecido que los niños hagan menos ejercicio físico: televisión, videojuegos, ordenadores, etc,… aumentan el tiempo que los niños pasan sentados..

– El aumento de la inseguridad ciudadana hace actualmente inviable que los niños puedan ir a jugar sin la supervisión de un adulto.

¿CÓMO PREVENIR ESTA SITUACIÓN?

NUESTROS CONSEJOS, RESUMIDOS EN TRES PARTES

  1. Los niños deben comer de todo

No existe un método infalible para conseguir que los niños coman de todo, pero sí hay ciertas cosas que podemos hacer para evitar que los niños se terminen alimentado de dos o tres productos.

Muchos padres ante las continuas negativas de los niños terminan cediendo y cambiándole el plato por algo más a su gusto, con esto, consiguen que coma, pero no que esté adecuadamente nutrido. Se termina reduciendo bastante la variedad de alimentos que los niños comen, además de favorecer su sensación de que siendo persistentes, pueden salirse con la suya.

Vamos a enumerar varios factores que nos van a ayudar a incrementar la variedad de alimentos que coman nuestros hijos:

  • No ceder pero tampoco presionar: al presionar a los niños estamos favoreciendo que se pongan a la defensiva y puedan generar cierta fobia a los alimentos. Por eso es importante evitar gritos y castigos a la hora de las comidas, debemos ser pacientes y perseverantes, darles varias oportunidades para que acepten los alimentos que les puedan resultar más conflictivos.
  • Introducir una amplia variedad de alimentos lo más pronto posible: es importante que cuando se comience con la alimentación complementaria después de la lactancia el bebé se familiarice con los diferentes tipos de texturas y sabores. Así favoreceremos que durante la infancia no le parezcan novedosos tantos alimentos y ya los tenga asimilados. Debemos tener en cuenta durante esta etapa que los alimentos que introducimos sean apropiados para su edad, cosa que nos irá facilitando el pediatra dándonos los tiempos adecuados.
  • Permíteles “explorar” los alimentos: los niños son muy curiosos, así que con los alimentos no iba a ser menos. Déjalos tocar, oler y probar a su ritmo, poco a poco dejará de parecerle un alimento nuevo.
  • Comparte con ellos las propiedades del alimento: es importante que el niño conozca el alimento, que sepa diferenciar si es una fruta o una verdura, de donde viene, y sobre todo es importante que le expliques los beneficios que le puede aportar para que tengan más ganas de probarlos.
  • Haz que la presentación sea atractiva: es importante que la presentación le llame la atención, presentándolos en platos llamativos, mezclando colores y texturas o haciendo formas de personajes o paisajes.
  • Incítalos a que participen en la elaboración de los platos: hazlos partícipes del cocinado o elaboración del plato, para ellos es como un juego y luego al comerlos ya no les resultara tan nuevo, es divertido para ellos y también disminuye el tiempo que están frente a la tele o el ordenador.
  • Predica con el ejemplo: es muy complicado que el niño lleve una alimentación que no ve en sus padres, hermanos y familiares, somos su modelo para todo y por supuesto, también en la alimentación.

Estas claves nos pueden ayudar a ampliar la cantidad de alimentos que comen nuestros hijos. Es importante que entendamos que puede haber algún alimento que al niño no le guste, y no debemos obligarlo, pero no un grupo completo de alimentos, es decir, podemos aceptar que al niño no le guste por ejemplo el melón, pero es inaceptable que al niño no le guste ninguna fruta. También podemos intentar probar con cambiar el método de cocinado del alimento que no le gusta, ya que cambia la textura, incluso el sabor. Puede ser que no le guste por ejemplo la zanahoria cruda, pero sí le guste hervida o al vapor.

2. Pautas alimentarias

Es importante que los niños en edad escolar se acostumbren a comer 5 veces al día, evitando el picar entre horas. En este sentido vamos a diferenciar:

  • El desayuno: es considerado una de las comidas más importante del día y según el ministerio de Sanidad y Consumo de España sólo un 7.7 por ciento de los niños desayuna correctamente. El desayuno debe aportar la energía tanto física como mental que les va a exigir a los niños las actividades escolares y va a evitar que los niños lleguen a la media mañana con una necesidad excesiva de energía, cosa que les va a llevar a comer alimentos con alta cantidad energética de mala calidad como la bollería industrial.

Los niños deben destinar al desayuno entre 15 y 20 minutos y un buen desayuno debe contener una aportación suficiente de macronutrientes.

  • El tentempié de la mañana: es la comida que sirve para acabar de completar la mañana y normalmente es algo que los niños tienen que llevar al cole. Esta comida debe contener un alimento rico en hidratos de carbono (normalmente un bocadillo por la facilidad de llevarlo al colegio), y un alimento rico en fibra y vitaminas (normalmente una fruta), se puede complementar con un lácteo sin azúcar añadido.
  • El almuerzo: el almuerzo para los niños debe suponer el 35 por ciento de la energía que ingieren diariamente y suele durar entre 30 y cuarenta minutos. Para elaborarlo debemos basarnos en la dieta mediterránea y seguir la pirámide nutricional. Para ello debemos:

– Incluir diariamente verduras y hortalizas, elegirlas frescas y de -proximidad.

– Consumir pescados, carnes blancas, y huevos regularmente durante la semana.

– Incluir legumbres al menos dos días a la semana.

– Las carnes rojas se deben consumir ocasionalmente.

– Debemos utilizar el aceite de oliva como grasa de elección para el cocinado y debemos priorizar los alimentos frescos y poco procesados. El agua será la bebida de elección ya que es esencial en la dieta y para el postre debemos priorizar la fruta frente a los dulces. 

  • El tentempié de la tarde (la merienda): es la comida que aporta la energía para las actividades de la tarde y nutricionalmente debe parecerse mucho al tentempié de la mañana por lo que debe incluir un alimento rico en cereales o hidratos de carbono, un alimento rico en vitaminas y fibra y un lácteo sin azúcar añadido.
  • La cena: la cena debe contener el 25 por ciento de la energía diaria y se recomienda que se haga en familia y sin prisas. Una cena ligera y nutritiva va a favorecer la buena digestión y por tanto el descanso del niño durante la noche. La composición nutricional de la cena va a depender de lo que el niño ya haya comido durante el día y se deben completar las pautas de la pirámide nutricional. Es muy recomendable que el alimento principal de los niños durante las cenas sean las verduras y hortalizas cocinadas al vapor o a la plancha y, según lo que se haya comido durante el día, complementar con carnes, pescados o huevos.

3. FAVORECER EL EJERCICIO FÍSICO

El sedentarismo infantil ha aumentado y está aumentando progresivamente  en los últimos años y qué duda cabe que es un factor importantísimo a tener en cuenta para evitar la obesidad en los niños. Además de la obesidad, el sedentarismo influye negativamente en el bienestar social y mental de los niños por eso debemos tomar medidas para evitarlo. El cambio social y cultural que nuestro país ha sufrido en los últimos 20 años nos obligan a que los niños hagan deporte “de otra manera”, ya que por el aumento de la inseguridad en las calles, el aumento del tráfico y otros factores es inviable que los niños salgan sólos a jugar toda la tarde como se hacía antes. Pero debemos adaptarnos a todos estos cambios y buscar métodos para que los niños hagan deporte de forma segura fuera del colegio, para ello debemos.

  • Limitar las horas que los niños pasan frente a las pantallas: es uno de los principales factores que ha influido en el aumento del sedentarismo infantil. Televisor, ordenadores, móviles, tabletas etc. son un pasatiempo en el que los niños están sentados o incluso tumbados, por eso debemos limitar diariamente a media hora el tiempo que los niños dedican a las pantallas.
  • Actividades extraescolares a su gusto: cada vez más frecuentemente vemos como los niños tienen una agenda de actividades extraescolares extensa y centradas en al apoyo de la actividad escolar (ingles, refuerzo en matemáticas o tras asignaturas etc.). Debemos incluir en estas actividades algunas que se basen en la actividad física, siempre buscando las preferencias de los niños para que les apetezca realizarlas. A menudo los niños se interesan por el baile, la natación o el futbol por ejemplo, así que debemos fomentar que practiquen este tipo de actividades convirtiéndolas en una rutina semanal.

  • Actividad física en familia: los padres son el mayor ejemplo para los niños así que debemos realizar actividades en familia. Pasear, montar en bici, juegos colectivos y demás son ideales para que los niños hagan deporte aumentando el tiempo que pasan junto con los seres más queridos.
  • Actividades en el hogar: que los niños no sean sedentarios no sólo es una cuestión de hacer deporte. Debemos fomentar que se muevan también en casa incluyéndolos en las actividades del hogar como el recoger sus cosas, la limpieza, o el mismo cocinado son actividades que les restará tiempo para estar sentados.

En este aspecto, como en los demás, debemos practicar con el ejemplo, que los niños nos vean, por ejemplo, utilizando las escaleras en lugar del ascensor, les hará imitar comportamientos que para ellos, y para nosotros, son saludables.

CONCLUSIONES

Pare evitar el sobrepeso infantil debemos tomar estrategias que incluyen el ámbito escolar pero sobre todo en el seno familiar es donde debemos dar una educación adecuada para que los niños se alimenten bien y realicen una actividad física adecuada.

Debemos fomentar que los niños coman de todo, para esto, tenemos que ser pacientes, creativos y ofrecer a los niños una amplia oferta culinaria, que incluya todos los alimentos, en diferentes texturas y presentaciones para hacerlos atractivos a sus sentidos.

Debemos organizar su alimentación semanal conforme a la pirámide nutricional y la dieta mediterránea, incluyendo productos frescos y poco elaborados. Los niños deben realizar cinco comidas diarias, distribuyendo en cada una de ellas la cantidad de energía suficiente para afrontar esa parte del día.

Tenemos que tratar de evitar el sedentarismo infantil, para esto, debemos limitar el tiempo que los niños pasas frente a las pantallas. Algunas de las actividades extraescolares que realizan deben basarse en el ejercicio físico, igualmente en casa tenemos que incluirlos en las actividades diarias del hogar para que no asocien estar en casa, con estar sentados o tumbados.

Debemos tener en cuenta en todos estos aspectos, que somos su ejemplo a seguir, por lo que no van a iniciar rutinas o actividades que no vean en nosotros, por eso somos los primeros que debemos alimentarnos de forma adecuada y mantener una actividad física adecuada.

 

ESPERAMOS QUE OS SIRVAN DE AYUDA Y PODÁIS APLICAR NUESTROS CONSEJOS